Título original: Sunset Blvd. (Sunset Boulevard)
Año: 1950 Duración: 110 min
País: Estados Unidos
Director: Billy Wilder
Guión: Charles Brackett, Billy Wilder, D.M. Marshman Jr.
Música: Franz Waxman
Fotografía: John F. Seitz (B&W)
Reparto:HWilliam Holden, Gloria Swanson, Erich von Stroheim, Nancy Olson, Lloyd Gough,Jack Webb, Fred Clark, Cecil B. DeMille, Buster Keaton, Anna Q. Nilsson,Hedda Hopper, H.B. Warner, Franklyn Farnum, Julia Faye, Ruth Clifford
Género:Cine negro. Drama | Cine dentro del cine. Literatura. Vejez
Sinopsis
Joe Gillis es un joven escritor de segunda fila que, acosado por sus acreedores, se refugia casualmente en la mansión de Norma Desmond, antigua estrella del cine mudo, que vive fuera de la realidad, acompañada únicamente de su fiel criado Max. A partir de ese momento, la actriz pretende que Joe corrija un guión que ella ha escrito y que va a significar su regreso al cine. (FILMAFFINITY)
Comentario
Desde su primera imagen, desde eses plano de acera, el de un bordillo concretamente, en el que figura su título original, SUNSET BOULEVARD, me atrapa en su invisible tela de araña esta obra suprema, otra más, del atemporal Billy Wilder. Y da lo mismo las innumerables veces que la haya visto, siempre me sucede igual cada vez que acudo a ella.
Con ese comienzo, esa voz en off de un cadáver que nos cuenta su historia, el flechazo ya es irremisible. Curiosamente, el hecho de conocer su final desde las primeras de cambio, no obstaculiza en modo alguno la apasionante, absorbente, embrujadora impresión final.
Wilder disecciona la propia industria del cine de arriba abajo, no deja títere con cabeza, resulta mordaz, despiadadamente ácido, aplica un bisturí sin anestesia. Utiliza las brumas, los efluvios, las emulsiones, el cortinaje del cine negro para contar una historia que posee múltiples filos y salientes. Es también drama psicológico, comedia entre negra y macabra, melodrama, terror… en su derivado más humanamente vampírico ¿Cómo si no cabe calificar la relación entre Norma Desmond y Joe Gillis?
Por cierto, una Norma Desmond que iba a encarnar inicialmente Marlene Dietrich pero que finalmente fue a parar a una Gloria Swanson monumental, ella misma estrella caída del cine mudo. También el papel de William Holden tenía previsto inicialmente otro destinatario, Montgomery Clift, el cual no queda claro que si por hartazgo tras haber protagonizado un rol similar en LA HEREDERA en lo tocante a una parecida relación con una mujer mayor o porque él mismo estaba viviendo otra parecida con una bailarina, desestimó un papel tan goloso. Holden había llamado la atención de los productores desde su llamativo debut once años antes con SUEÑO DORADO de Mamoulian.
Rodeando a la pareja, resulta estremecedor disfrutar con la composición del grandísimo director silente Erich Von Stroheim como mayordomo de la decadente actriz (borrador de lo que vendría a hacer años más tarde la Bette Davis de la granguiñolesca ¿QUÉ FUE DE BABY JANE?). De hecho, se utilizaron imágenes reales de uno de los más celebrados e inconclusos éxitos de dicho tándem, LA REINA KELLY, gestado en 1929.
Quiero destacar también el rol de Nancy Olson, la secretaria eficiente y enamorada, como contraposición. Una chica sana, despierta, común corriente.
Y por supuesto, resulta un placer disfrutar de los cameos de grandes mitos como Cecil B. DMille (en pleno rodaje de su grandiosa SANSÓN Y DALILA, como ésta también una producción Paramount), Buster Keaton, H. B. Warner, Anna Nilson o la columnista de cotilleos Hedda Hopper. Todos ellos acaban componiendo un mosaico, un friso tan crepuscular como la propia película, por cierto titulada en Centro y Sudamérica EL OCASO DE UNA VIDA y EL OCASO DE UNA ESTRELLA.
Desde luego una de las virtudes fundamentales con las que me quedo de esta maravilla es con ese espeluznante tono fuera de tiempo y negruzco del que la rodeó Wilder, que se erige hoy en día como más vigente y moderno que nunca.
Ese mismo año –menuda cosecha la de 1950- le echaría un pulso compitiendo en los Oscar a nada más ni nada menos que EVA AL DESNUDO, batiendo ésta última récords con sus 14 nominaciones y once estatuillas. Inevitablemente, EL CREPÚSCULO DE LOS DIOSES tuvo que ir a la zaga, 11 y 3 recompensas… mejor dirección artística en blanco y negro, banda sonora y guión.
En este último apartado, es digno reseñar que supuso la última colaboración entre el cineasta y su fiel colaborador Charles Brackett, tándem igualmente responsable entre otras joyas del libreto de NINOTCHKA. Esta inicial mala noticia se trocaría al poco tiempo en feliz con la fértil relación profesional iniciada por el primero con I. A. L. Diamond (EL APARTAMENTO).
Lo aquí conseguido entre los dos fue impresionante. Ese degradante viaje al abismo de su protagonista fue expresado de manera inmejorable, precisa, brillante. Con razón el prestigioso National Board of Review (el Consejo Nacional de Crítica de Cine) lo consideró el mejor título del momento.
La magnífica utilización de la voz en off, ese genial y largo flashback, esa banda sonora entre lírica, opresiva y sombría de Franz Waxman (compuesta por 25 cortes y 3 temas principales), su carácter cruel, doloroso, amargo, son aspectos que me han quedado irremisiblemente grabados a fuego.
Esa antológica bajada de escaleras final, esa desoladora celebración de Fin de Año, el entierro del mono o esa cadena de reloj enganchada al pomo de la puerta, cruel metáfora de la propia situación de Holden, resultan momentos irrepetibles, incrustados definitivamente entre los mejores de mis ya casi inabarcables y enormes recuerdos de este idilio permanente e irrompible con algo a los que los autores de esta joya contribuirían a conceder máximo esplendor.
Para los cinéfilos de pro, no creo que sea necesario aclarar que ese título original al que me refería al principio, alude a esa célebre avenida que atraviesa Los Ángeles y Beverly Hills, un lugar ya legendario, más en aquél momento (finales de los 40), en el que ya se concentraban a granel las mansiones de las grandes “stars” de la fábrica de los sueños.
Imprescindible.
Frase:
“De acuerdo, Mr. DeMille, estoy lista para mi primer plano” (Gloria Swanson)
Diálogo:
“-Usted es Norma Desmond. Salía en las películas mudas. Era grande –Soy grande. Son las películas las que se han hecho pequeñas” (William Holden y Gloria Swanson)
José Luis Vázquez